Una de las industrias más costosas, consumistas, sexistas e injustas es la
industria de la moda. Cada año entramos en la rueda de las tendencias que
vienen y van, con materiales de calidad cuestionable y que agreden notablemente
nuestro ambiente. Desde hace un par de años pare la idea del tener novedad y empecé
a rebuscar en el pasado piezas de calidad, únicas y baratas, con las que pudiese
expresar mi estilo y mi forma de ver la moda. Así aprendí a reinterpretar tendencias,
porque todo viene y va, a invertir mejor mi dinero comprando piezas de mejor
calidad, respetando mi estimulo creativo vistiendo la artista que vive en mí. Dando
prioridad a diseñadores emergentes que estuviesen en consonancia con mi forma
de ver la vida, consumiendo productos de comercio justo sin caer en la locura
de las tendencias quincenales.
Así empezó mi amor por la pulga, buscando piezas originales para no
sentirme parte de la masa, contando historias a través de mi ropa, regateando
como una loca, creando un consumo consciente: ambiental y económicamente sustentable.
A lo largo de estos años he aprendido a comprar en la pulga, no ha sido fácil;
entre en el miedo y la aventura he desarrollado estos tips que hoy les
comparto.
1.
Haz una
lista de compras. La cantidad de piezas que aparecen en las mesas es asustador,
es mejor ir con una idea clara de lo que se busca, sino llegarás a tu casa con
un montón de cosas bonitas, pero nada funcionales con tu estilo o con la ropa
que ya tienes en el armario. Mejor compra pocas cosas y que te gusten, a un
reguero (montón) de piezas que luego no usarás. Antes de ir a la pulga hago un
levantamiento de información jejeje busco las tendencias de temporada en
blogs/revistas de moda/You Tube y elijo lo que combina conmigo, con eso en
mente salgo a buscar. Pero sobre todo, ve con la mente abierta a sorpresas agradables
J
2.
Ve
con ropa cómoda. Esto es súper importante, la mayoría de los vendedores coloca
la ropa en mesas y tienes que caminar, meterte entre la multitud, halar prendas
y tener los ojos atentos. Cuantas menos cosas tengas encima mejor, la
practicidad ante todo: jeans o leggins, camiseta y tenis resuelven todo. Me
gusta llevar una mochila, porque ahí voy guardando todo lo que voy comprando
sin sentirme abrumada con las bolsas.
3.
Revisa
las piezas. Encontraste esa una pieza con potencial, revisa el tamaño,
integridad del tejido (sí tiene manchas o roto, le falta botones o cualquier
desperfecto), porque normalmente esos lugares no cambian las piezas, así que
tomate tu tiempo y revisa bien antes de pagar.
4.
No tengas
miedo de pedir rebaja. En buen dominicano: regatee, la mayoría de los
vendedores te dan el precio esperando que pidas rebajas, así que no tengas
miedo de llorar un descuentito, sobre todo si compras más de una pieza.
5.
Sin
miedo a ensuciarte. Hay vendedores que ponen la ropa organizadita en perchas y
otros simplemente la tienen amontonadas en mesas. Esa organización tiene un
costo adicional, por eso normalmente las evito y voy directamente a las mesas. Demoro
más, pero la probabilidad de encontrar pequeños tesoros es mucho mayor <3
6.
Plus:
-Es preferible ir en compañía para disfrutar la búsqueda
y sobre todo porque manos extra nunca están demás. Aunque si vas sol@ no dejes
de vivir la experiencia, se conoce gente chula en las mesas.
-No quites los ojos/atención de tu cartera, en la
pulga son comunes los robos. No te duermas y lleva menudo.
-Mis mesas favoritas son las de 5 y 10. Se
esconden muchos tesoros en esas mesas.
-Si sufres de alergias, tomate el antialérgico antes:
la mayoría de las prendas están llenas de polvo.
-No olvides lavar todo lo que compres, la mayoría de
estas prendas puede contener polvo, pelos de animales o restos de insecticidas.
***La ropa que visto en estas fotos las compre en
las mesas de la 27 de febrero casi esquina Paris, todas me costaron menos de 10
pesos dominicanos***
Y para nada me averguenza admitir que he comprado muchas piezas donde "Sosa, el mismo Sosa" (los entendidos entenderan), con el tiempo he ganado la madurez y la inteligencia para compreender que lo necesario es necesario, lo que no hace falta está de más.Porque amo escoger piezas con historia y cuidar cada detalle cuando me visto, pasar el mensaje correcto a traves de mi imagen, marcar presencia con sutileza, al final somos las artistas de nuestra propia vida.
¿Eres pulgalover? Déjame tu truco de compra en los
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